¿Qué es el síndrome de la boca ardiente?

Ardores, sensación de quemazón constante en la boca… Son algunos síntomas del síndrome de la boca ardiente, que puede alterar la calidad de vida del paciente. ¿En qué consiste el síndrome de la boca ardiente y cómo tratarlo?

Esta patología se caracteriza por sensaciones de hormigueo, picor, ardor o escozor en zonas de la cavidad oral como la lengua, las encías y el paladar. En algunos casos estas molestias se producen de forma puntual, pero en otros persisten y pueden provocar otras consecuencias a nivel bucodental. Las más habituales son alteraciones en la percepción del gusto, cambios en la coloración de la lengua e irritaciones bucales.

Pero, ¿Por qué tengo ardores en la boca? Estos son las causas principales del síndrome de la boca ardiente:

  • Patologías orales. Algunas patologías bucodentales como la xerostomía, los hongos o las irritaciones bucales provocan la sensación de ardor en la boca.
  • Tratamientos médicos. Consumir algunos medicamentos está relacionado con casos de xerostomía y de boca ardiente.
  • Hábitos perjudiciales. El hábito de fumar o mascar tabaco de forma continuada aumenta las sensaciones de picor y escozor en la lengua.
  • Estrés. Diversos estudios han demostrado la relación entre estrés y la salud bucodental. En este sentido el estrés puede aumentar la sensibilidad de la mucosa y el ardor en la superficie lingual.

Cómo tratar el síndrome de la boca ardiente

El diagnóstico y el tratamiento del síndrome de la boca ardiente dependerán en gran parte del origen de la patología. Para aliviar sus efectos es recomendable beber mucho agua y mantener un estilo de vida sano. También es muy importante mantener una rutina de higiene diaria para evitar el desarrollo de irritaciones e infecciones en la cavidad oral, que influyen en la sensación de ardor en la boca.

Si la causa es un tratamiento o una patología específica, lo más recomendable es cambiar el tipo de tratamiento. En otros casos la solución es modificar algunos hábitos de alimentación y salud, como por ejemplo abandonar el tabaquismo. En general el tratamiento de este síndrome es lento y progresivo, por lo que se requiere paciencia y colaboración por parte del paciente.

Si notas los principales síntomas de este síndrome de forma continuada, no dudes en acudir a tu dentista de confianza. Una detección precoz es clave para que el tratamiento sea eficaz. Poco a poco podrás recuperar el placer de comer, masticar, hablar… Además de conseguir una sonrisa más sana.

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