La periodontitis también provoca hipertensión

La periodontitis o ‘enfermedad de las encías’, comúnmente conocida como ‘piorrea’, es una patología fundamentalmente caracterizada por una inflamación y sangrado de las encías. Una periodontitis que, además de causar la destrucción de la masa ósea que sustenta las piezas dentales y, por ende, de provocar la pérdida de los dientes, se asocia a un mayor riesgo de enfermedades potencialmente mortales, caso muy especialmente de las cardiovasculares. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Dental Eastman del Colegio Universitario de Londres (Reino Unido) muestra que la periodontitis aumenta, y mucho, el riesgo de hipertensión arterial. Y asimismo, que el tratamiento de enfermedad de las encías conlleva una reducción significativa de las cifras de presión sanguínea –siendo el beneficio, cuando menos, similar al que se logra con los fármacos antihipertensivos.

Como explica Eva Muñoz Aguilera, directora de esta investigación presentada en el marco del Congreso EuroPerio 2018 de la Federación Europea de Periodoncia (EFP) que se está celebrando en Ámsterdam (Países Bajos), «la periodontitis y la hipertensión arterial afectan a millones de personas en todo el mundo. Unas enfermedades que, como han mostrado distintos trabajos, se asocian de forma independiente con una mayor incidencia de episodios cardiovasculares, conllevando así un gran impacto sobre la salud pública y sobre los costes sanitarios. Además, la hipertensión y la periodontitis comparten factores de riesgo como la diabetes, la dieta poco saludable y el hábito tabáquico».

Efecto sistémico

La hipertensión arterial, esto es, la enfermedad definida por unas cifras de presión sanguínea superiores a 140/90 mmHg, constituye, como alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS), la primera causa de mortalidad global. No en vano, hasta un 75% de la población con hipertensión –en torno a 1.100 millones de personas en todo el mundo y más de 14 millones de españoles– presenta un riesgo nada desdeñable de sufrir un ictus, un infarto de miocardio o de desarrollar enfermedad renal. De ahí la importancia, vital, de prevenir su aparición o, en su defecto, de administrar tratamientos para revertirla. Y parece que la higiene bucodental juega un papel primordial en ambos sentidos.

Como indica Eva Muñoz Aguilera, «si podemos probar que existe una relación entre la periodontitis y la hipertensión y, además, que esta relación es casual, el diagnóstico, prevención y tratamiento de la enfermedad de las encías nos ofrecería una oportunidad para contribuir, a su vez, a la prevención y tratamiento de la hipertensión y evitar las devastadoras consecuencias asocias a la presión sanguínea elevada».

El abordaje de la periodontitis podría ser muy útil en la prevención y tratamiento de la hipertensión arterial

Para llevar a cabo su revisión o ‘metanálisis’, los autores analizaron los resultados de 21 ensayos clínicos en los que se evaluó tanto el riesgo de desarrollo hipertensión tras el diagnóstico de periodontitis como el posible cambio en las cifras de presión arterial tras el tratamiento de la enfermedad de las encías.

En palabras de la directora de la investigación, «desde un punto de vista biológico, la asociación entre la periodontitis y la hipertensión es posible dado que los microorganismos causantes de la inflamación en la enfermedad de las encías pueden también provocar una inflamación sistémica, induciendo así el daño de los vasos sanguíneos. Así, en nuestro trabajo queríamos evaluar la posibilidad de una relación más causal entre ambas enfermedades».

Los resultados mostraron que, comparadas frente a aquellas que disfrutaban de unas encías ‘intactas’, las personas con periodontitis leve-moderada tenían un riesgo un 30% superior de desarrollar hipertensión arterial. Un incremento del riesgo que, en caso de periodontitis grave, se disparó hasta un 54%. En definitiva, y una vez aparecida la periodontitis, la probabilidad que tiene el paciente de presentar unas cifras de presión sanguínea iguales o superiores a 140/90 mmHg es de un 41%.

Más eficaz que los fármacos

Por tanto, el estudio demuestra que nuestra salud bucodental condiciona, y mucho, nuestra salud cardiovascular. La pregunta entonces es: ¿el tratamiento de la periodontitis conlleva una mejora de las cifras de presión sanguínea? Pues sí. De hecho, los resultados mostraron que una reducción de 7-12 mm de Hg en la presión arterial sistólica (PAS) y de hasta 10 mm Hg en la presión arterial diastólica (PAD) como consecuencia del abordaje de la enfermedad de las encías.

Como refiere Eva Muñoz Aguilera, «atendiendo a los resultados, estimamos que el tratamiento de la periodontitis en pacientes con presión sanguínea elevada podría inducir una mejora similar, cuando no superior, a la asociada a la administración de fármacos antihipertensivos. Hace ya tiempo que sabemos que la prevención y tratamiento de la periodontitis mejora tanto la salud oral y sistémica como la calidad de vida. Y ahora también sabemos que su tratamiento podría ayudar a prevenir o mejorar la hipertensión arterial. Necesitamos más estudios prospectivos y de intervención para esclarecer la naturaleza de esta asociación».

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