Muelas del juicio: las claves

El dolor de muelas resulta muy molesto y puede alterar gravemente la calidad de vida del paciente. Procesos tan simples como masticar o hablar pueden ser muy dolorosos durante la erupción de las muelas del juicio. ¿Qué complicaciones conllevan? ¿Es necesario extraerlas siempre?

Las muelas del juicio son los terceros molares y se trata de las últimas piezas dentales en salir. Se desarrollan a cada lado de la mandíbula superior e inferior al final de la adolescencia, aunque el momento de su desarrollo depende de cada paciente. En la mayoría de casos la boca no tiene suficiente espacio para estos molares, de modo que su erupción provoca todo tipo de complicaciones y un dolor agudo en la cavidad oral. Esto provoca que en muchas ocasiones se tenga que proceder a una exodoncia.

Principales complicaciones de las muelas del juicio

Así, el desarrollo de las muelas del juicio conlleva varios riesgos a nivel bucodental. Uno de los más habituales es el movimiento del resto de piezas dentales por la falta de espacio. Esto es especialmente grave en aquellos pacientes que han llevado ortodoncia, ya que se pueden perder los resultados. Además esto suele provocar un tipo de apiñamiento dental que altera la estética y la funcionalidad de la sonrisa. Otra complicación habitual es el desarrollo de infecciones, la hinchazón y el enrojecimiento de la zona.

De hecho en algunos casos la inflamación se debe a la retención de las muelas del juicio. Es decir, como los molares no tienen espacio para salir, se quedan retenidos bajo el tejido gingival. Este es uno de los casos más claros en los que se debe proceder a la exodoncia.

La extracción de las muelas del juicio

Extraer los terceros molares es un proceso que puede alargarse varios días. Hablamos de una intervención quirúrgica que requiere unos cuidados y unas pautas concretas a seguir. Se trata de una extracción que se realiza con anestesia local, por lo que es un proceso indoloro. No obstante, después de los efectos de la anestesia es habitual experimentar un dolor agudo.

Después de la intervención es fundamental dejar que se forme un coágulo en la zona intervenida. El odontólogo puede dar al paciente una gasa para morderla durante 30 o 45 minutos, por tal de frenar el sangrado. Respetar el coágulo es esencial para que el proceso de recuperación no se alargue más de lo debido. Durante los primeros días tras la extracción conviene seguir una serie de cuidados:

  • Extremar la precaución en la higiene oral.
  • Evitar el colutorio y realizar enjuagues con una mezcla tibia de agua y sal.
  • Evitar el uso de pajitas.
  • Ajustar la alimentación: es recomendable seguir una dieta blanda.
  • Aplicar hielo y tomar antiinflamatorios para aliviar el dolor.

No obstante hay que tener en cuenta que no siempre es necesario extraer las muelas del juicio. En muchos casos los terceros molares se desarrollan con normalidad y sin grandes complicaciones en la cavidad oral. En este sentido es fundamental acudir al odontólogo con regularidad y prevenir su desarrollo mediante una radiografía dental.

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